viernes, 29 de mayo de 2009

MIOPIA

La miopía, del griego myops formado por myein (entrecerrar los ojos) y ops (ojo), es el estado refractivo del ojo inverso a la hipermetropía, en el que la imagen se forma por delante de la retina. Es un exceso de potencia de los medios transparentes del ojo con respecto a su longitud, por lo que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a cierta distancia del ojo convergen hacia un punto anterior a la retina. Está considerada una ametropía. Una persona con miopía tiene dificultades para enfocar bien los objetos distantes, lo que puede conducir también a dolores de cabeza, estrabismo, incomodidad visual e irritación del ojo. La miopía es frecuente pero no es el problema visual más común en el mundo, ya que la mayoría de la población es hipermétrope. Esto ocurre aun en países de alta incidencia de miopía, como los Estados Unidos, donde aproximadamente el 25% de la población tiene miopía. En países como Japón, Singapur y Taiwán, hasta una de cada tres personas adultas es miope. La magnitud de la miopía se mide en dioptrías negativas, unidad de medida del sistema métrico decimal. La miopía se corrige con lentes divergentes, ya sean gafas o lentes de contacto. En algunos casos puede utilizarse la cirugía, con lo que se consigue una cierta independencia de gafas y lentillas.

Factores genéticos

La hipótesis más aceptada es que la miopía es mayoritariamente hereditaria. La propensión a la miopía de hijos de padres miopes es superior a la de padres no miopes, aunque el aumento sistemático de la prevalencia de la miopía en las ciudades occidentales pone en duda tales datos. El eje anterior/posterior del ojo miope es más largo que en los ojos no miopes, lo cual provoca que la imagen se enfoque antes de llegar a la retina, y cuando llega a ella ya está desenfocada.

Factores ambientales

No hay pruebas sólidas de que los hábitos o factores ambientales intervengan en la génesis de la miopía. Muchas personas creen que el hábito de mirar las cosas muy de cerca en la infancia puede producir miopía, pero esto es confundir la consecuencia con la causa: los niños miopes se acercan a los objetos porque son miopes , y no al revés. También se habla insistentemente de un aumento de la incidencia de miopía en la población mundial y se culpa de ello a factores externos como la TV o los monitores de computadora. Es mucho más probable que hayan aumentado la habilidad y los medios técnicos de los médicos para detectar la miopía. Además -y por fortuna- en nuestros días es mucha más la gente que tiene acceso a la atención oftalmológica, con lo cual muchos casos que nunca hubieran sido detectados engrosan la estadística. Es preciso recordar que aún en el siglo XXI mucha gente -quizá más de la mitad de la población mundial- morirá sin haber sido atendida jamás por un oftalmólogo.

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